Es bastante común que en el contexto de una conversación sobre email marketing con posibles clientes éstos se planteen la herramienta como un medio para llegar con su comunicación a un público nuevo, al que aún no han alcanzado. Ante esta idea las preguntas que surgen son siempre las mismas: ¿A quién le vas a enviar el mail? ¿De dónde vas a obtener la base de datos? “La compramos”, responden. Ahí es cuando les explico, más o menos, lo que sigue.
Hace 5 o 6 años no era raro escuchar o leer a quienes vaticinaban la muerte del email marketing, del viejo y querido newsletter. En esos momentos lo innovador eran las redes sociales, abrir una cuenta en Twitter o construir una comunidad a través de la página de Facebook de la marca. El mail parecía una herramienta del siglo pasado (en rigor lo es) y hacer marketing por esa vía se asociaba con el cada vez más masivo spam.
El paso de los años, sin embargo, ha demostrado lo efectivo y valorado que es este medio cuando se le utiliza bien y, por suerte, la industria así lo comenzó a hacer, empujado por compañías como MailChimp o Campaing Monitor (por nombrar un par de pioneras) que estandarizaron técnicas y fomentaron buenas prácticas. El email marketing encontró entonces su rumbo y es clarísimo: La fidelización de clientes.
Cualquiera que se plantee actualmente utilizar este medio tiene que hacerlo en base a una estrategia de fomentar y enriquecer el contacto con sus clientes actuales. Los objetivos pueden ser variados dependiendo de las características de la organización que envía el correo: informarles de acontecimientos recientes en torno a la compañía, promocionar nuevos productos para la venta online, en definitiva recordarle a tus clientes que existes, que te acuerdas de ellos y que tienes algo de valor para ofrecerles.
La clave de todo es entonces la calidad de la base de datos y eso significa una sola cosa: que se cree orgánicamente, a partir de la acción de los mismos usuarios que se inscriben por propia iniciativa a través de tu sitio web. Este camino es más lento, pero te asegura que estarás comunicándote con un público realmente interesado en saber qué es lo que tienes que ofrecer y, si trabajas bien, serán ellos tus más fieles clientes y embajadores.
Pero ojo: tus inscritos no son todos iguales. Desde que tu base de datos se empiece a construir ten en mente segmentarla según las características de tu público: intereses, edades, ubicación geográfica, etc. Estos campos los puedes agregar a la suscripción. Te los darán si demuestras con hechos que serás capaz de ofrecerles, cada vez, un contenido más acorde con sus propios intereses.
¿Pero usando el email marketing puedo llegar a nuevos públicos? La respuesta es sí, pero para ello dependes de tus suscriptores. Tu mail debe incluir funciones que permitan sociabilizar tu correo, es decir, que te recomienden a sus contactos mediante una acción simple. Este es sólo uno de los muchos tips para construir una buena plantilla de mailing, algo que vamos a guardar para un siguiente post.